#��El reino de Dios” una historia excelsa | Explore Tumblr posts and blogs

aleco09 · 4 years ago

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Hablar sobre Nefertiti es hablar sobre la reina de Egipto más famosa e influyente de toda la historia, con permiso de Hatsehpsut y de Cleopatra. Teniendo en cuenta las limitaciones de la figura femenina en el antiguo Egipto, la reina Nefertiti ejerció un papel en el reinado de su esposo Amenhotep IV que la catapultó a la historia, pese a que lo que más se conoce y se asocia a ella en la actualidad es su indiscutible belleza, inmortalizada para siempre en el busto policromado que se conserva en el Museo de Berlín.

UNOS ORÍGENES DESCONOCIDOS

Su nacimiento y su infancia son desconocidos, siendo elemento de debate y de investigación para los historiadores y egiptólogos. No son pocos los expertos que sitúan sus orígenes en algún país extranjero, alegando ser así a causa de los delicados rasgos del famoso busto. No obstante, son más los que afirman que Nefertiti nació en Egipto, en el seno de una familia importante, poderosa, que en aquellos tiempos era lo mismo que decir que era una familia cercana al faraón.

Algunas fuentes nos hablan de que fue hermana de una reina llamada Mutnedjemet, casada con el faraón Horemheb, dato que fortalece la teoría sobre la procedencia egipcia de Nefertiti.

REINADO

Lo que si se conoce con certeza es que Nefertiti se casó con el faraón Amenhotep IV, y recibió títulos como el de Excelsa y el de la Poderosa en el palacio, aquella en la que confía el faraón. Tuvo un buen ejemplo en su antecesora, la reina madre Tiy, esposa de Amenhotep III. Esta reina participó activamente en la vida política del reino cumpliendo el papel de diplomática. Se encargó de mantener correspondencia con las potencias políticas del Mediterráneo oriental – concretamente con el reino de Matinni -.

Estatuilla de la reina Tiy

Estatua de Akenathon IV

Nefertiti tomo el testigo de Tiy y como ella, se convirtió en un personaje relevante tanto en lo religioso como en lo político. Fueron numerosos los templos dedicados al culto de Aton donde la reina aparecía referenciada en la decoración, algo solamente permitido al faraón por ser el intermediario entre el mundo divino y el humano. El hecho de que ella gozara de ese privilegio le daba un rango incluso superior al de reina, muy cercano al de faraón.

Esto ocurría en el plano religioso, pero también se podía ver en el plano político. En alguna ocasión, Nefertiti aparecía representada masacrando a los enemigos de Egipto, algo que hasta el momento tan solo había sido un privilegio de un soberano masculino. La imagen de Nefertiti realizando acciones más propias de faraones nos indican que su influencia política y religiosa era de peso, lo que la colocan en una posición destacada en comparación con otras reinas anteriores, y, sobre todo, contraria a la imagen y papel de la mujer en el Egipto antiguo.

Nefertiti realizando una ofrenda al dios Atón

Akenathon IV y su esposa realizando ofrendas

LA REVOLUCIÓN POLÍTICO-RELIGIOSA

Akenathon IV – que también recibe el nombre de Amenofis IV- fue el artífice de una gran revolución política, religiosa, económica y cultural. La provocó al sustituir el tradicional politeísmo egipcio por un culto monoteísta que giraba en torno al dios solar Atón. Atón no era una deidad nueva ni mucho menos, se trataba de la manifestación física del disco solar, es decir, su luz y su calor. El culto a las deidades solares fue incrementándose durante etapas anteriores a la de Akenathon, pero fue con él con quien llegó a su máximo apogeo. El faraón le dedicó varios templos en Tebas -hasta el momento la capital del imperio-.

El culto monoteísta a Atón será tan grande que llevará al faraón a fundar una nueva capital, Ajetaton – “El Horizonte de Atón” -, situada en una zona virgen de la orilla oriental del Nilo, muy cerca de la actual Tell el Amarna. En esta ciudad se concentraría una sociedad diversa y abigarrada que gira en torno al faraón y al dios.

Reconstrucción de Tell el Amarna

En estos momentos, Nefertiti ya era considerada en la igual del soberano en el aspecto religioso, en su equivalente y complemento femenino. El dúo de faraón y reina se completaba con el añadido del propio dios Atón, lo que dio lugar a la creación de una triada semidivina – ¿Os suena? -.

El arte de esta etapa se encargó de enfatizar la feminidad reproductora de la reina. Veremos representaciones de Nefertiti en el que su vientre toma las proporciones propias de una mujer acostumbrada a dar a muchos hijos a luz. Con el tiempo se convirtió en el símbolo de la fertilidad – dio a luz a seis hijas de Akenathon -.

Descendencia

Nefertiti no fue la madre de Tutankamon, como muchos han creído. La reina le dio a Akenathon IV un total de seis hijas, ningún varón. Tutankamon es el hijo de una de las hermanas del faraón. La descendencia de Akenathon y Nefertiti es la siguiente:

Meritatón, nacida c. 1348 a. C.

Meketatón, nacida c. 1347 a. C.

Anjesenpaatón, nacida c. 1346 a. C.

Neferneferuatón-Tasherit, nacida c. 1344 a. C.

Neferneferura, nacida c. 1341 a. C.

Setepenra, nacida c. 1339 a. C.

Relieve de Akhenatón y Nefertiti en familia

DESTINO FINAL

Siguiendo la historia de Nefertiti a través de las fuentes nos encontramos en un momento en el que cesan las referencias documentales hacia su persona. Su desaparición de la vida pública en torno al año 12 del reinado de Akenathon IV se define como “la caída en desgracia de la reina”. Esto ha sido muy discutido entre los historiadores y no han sido pocas las hipótesis que intentaban explicar de algún modo el destino de la reina, llegando a decir que incluso fue recluida en un palacio por su esposo.

No obstante, hoy en día se cree que su destino fue diferente. La reina no desapareció de la esfera pública, simplemente cambió su nombre al de Ankheperure Neferneferuat´n., una titulación que sugiere que se convirtió en corregente del reino. Esto quiere decir que la caída en desgracia de Nefertiti es una falacia, y más bien lo que le ocurrió fue que subió de rango, ganó importancia y poder. La reina que perdió el favor de Akenathon IV fue Kiya – reina que según algunas hipótesis modernas puede ser la madre natural de Tutankamon -. El nombre de esta reina dejó de aparecer en los monumentos alrededor del año noveno, lo que sugiere la posibilidad de que muriera de alguna forma -dando a luz ¿quizás? -. Nefertiti, tras la desaparición de la reina Kiya fue abriéndose camino en la corte hasta alcanzar el grado de gran esposa real, de ahí su nuevo nombre.

Con la muerte de Akenathon IV, Nefertiti continuó fiel al culto de Atón, en medio de la reacción conservadora que, en poco tiempo, condujo a la restauración de la religión tradicional y del poder de la casta de los sacerdotes de Amón. De la reina de Egipto se cree que finalmente terminó abandonando la escena política tras ser asesinada – aunque las fuentes no lo aseguran – pasando a ser recordada por su belleza.

En la actualidad aún se desconoce su lugar de reposo final. Nunca se ha hallado la momia de Nefertiti, lo que hizo que su búsqueda fuera objeto de todo tipo de especulaciones. La tumba de la familia de Akenatón en Tell el Amarna está vacía.

BIBLIOGRAFÍA

Caballé Ardid, L., Nefertiti: Nuevas Interpretaciones. Recuperado de Academia. edu.

Padró, J. (1999), Historia del Egipto faraónico, Madrid, España.

Parra, J.M., “La reina hereje, Nefertiti” en Historia National Geographic, nº 52. Barcelona, España: RBA, pp. 26-37.

Reeves, N. (2002), Akhenatón, Madrid, España.

Ruiza, M., Fernández, T. y Tamaro, E. (2004). Biografia de Nefertiti. En Biografías y Vidas. La enciclopedia biográfica en línea. Barcelona (España). Recuperado de https://www.biografiasyvidas.com/biografia/n/nefertiti.htmel 29 de mayo de 2020.

Sanmartín, J. Serrano, J.M. (1998). Historia antigua del Próximo Oriente: Mesopotamia y Egipto. Madrid, España: Akal.

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Nefertiti, “señora del júbilo” Hablar sobre Nefertiti es hablar sobre la reina de Egipto más famosa e influyente de toda la historia, con permiso de Hatsehpsut y de Cleopatra.

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noticiaspuntodevista · 6 years ago

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ESTADO COLOMBIANO ¿AUSENTE O TERRORISTA?

Viernes 27 de julio del 2018 - Opinión - “La naturaleza -el arte con que Dios ha hecho y gobierna el mundo-, esta imitada de tal modo, como en otras muchas cosas, por el arte del hombre, que este puede crear un animal artificial…. El arte va aún más lejos, imitando esta obra racional, que es la más excelsa de la Naturaleza: el hombre. En efecto: gracias al arte se crea ese gran Leviatán que llamamos república o Estado (en latín civitas) que no es sino un hombre artificial, aunque de mayor estatura y robustez que el natural para cuya protección y defensa fue instituido; y en el cual la soberanía es un alma artificial que da vida y movimiento al cuerpo entero”. Thomas Hobbes, El Leviatán, 1651.

Hobbes teorizó el concepto de Estado moderno precapitalista, inicialmente como un monstruo, de eso a convertirse actualmente en bestia, bárbara y feroz no tardó mucho, desarrollado por el modelo capitalista neoliberal, injusto e inhumano. Por tanto, mientras existan injusticias y represión estatal, habrá siempre resistencias, protestas, organización, movilización, lucha y rebelión popular.

Antonio Gramsci en sus Cuadernos de la cárcel nos habla del Estado Integral, el Estado que dialoga, hace acuerdos y consensos con la sociedad, lo interpreta y lo vincula. En cambio, el Vicepresidente de Bolivia, Álvaro García Linera habla del Estado Emergente, como aquel Estado que incorpora a la sociedad y la vuelve protagónica en su ser y buen vivir.

Luego el investigador de ciencias cognitivas Eduardo Punset, dice del Estado que, “No hay bestia mayor ni más feroz que el Estado que hemos creado entre todos” (…) “El Estado y el ciudadano no son iguales ante la ley, y lo peor que le puede ocurrir a uno es tener al Estado en contra”.

El Estado en Colombia chorrea sangre

Durante más de 70 años hemos sufrido un conflicto interno, iniciado por la élite, con la exclusión violenta para impedir que otras fuerzas dirijan los destinos del país. Son más de 500 mil los muertos, decenas de miles de desaparecidos, más de 8,3 millones de víctimas.

¿De cuál paz habla la élite dominante? Según Boaventura de Sousa, la élite habla de “la paz neoliberal”; mientras el líder del Centro Democrático dice que “la paz es para ver a la guerrilla en la cárcel, sin cargos públicos y sin medios de comunicación”, y para Juan Manuel Santos: “la paz es sin cambios, ni transformaciones”. Para las mayorías nacionales la paz es una construcción colectiva, que pasa por generar confianza para expresar la verdad, la responsabilidad ante la historia del conflicto, saber reparar las víctimas, que ellas sean las que perdonen de manera individual, sacar la violencia de la política, que se cumplan los acuerdos y se hagan las transformaciones necesarias.

Seguir afirmando en los medios de comunicación que Colombia está en el postconflicto, o en el fin de la guerra, es negar el escalonamiento de la delincuencia y las bandas paramilitares; es decir, que ya no hay muertos guerrilleros, ni policías o soldados, pues solamente a las FARC les han asesinado más de 85 de sus miembros desde la dejación de las armas. En verdad la intensidad del conflicto armado ha disminuido, no ha desaparecido, pero el conflicto social, político, comunicacional, económico y ambiental se ha escalado a límites de gran tensión.

El gobierno no ha cumplido casi nada a las FARC, de lo firmado en el acuerdo de La Habana, incluso le siguen negando y reduciendo lo pactado, como la JEP, al colmo de pretender extraditar a Jesús Santrich, tras un montaje de la Fiscalía y la DEA, ya se han expresado que de llegar hacerlo, sería el puntillazo final para afirmar que no se va a cumplir nada o ese acuerdo, que nació muerto, solo las FARC cumplieron con la dejación de las armas.

Si en otros países la muerte de hambre de un niño es un escándalo nacional, aquí en Colombia mueren de hambre y sed más de 5.000 niños en la Guajira, ¿Cómo entender este infanticidio y la indolencia generalizada con él? ¿Será necesario que regrese el Papa Francisco para darnos más aliento y esperanza? ¿O que el reino de Noruega le otorgue otro Nobel a Duque? ¿Qué creen que nos hace falta para finalizar el conflicto y tener paz con equidad?

La matanza que antecede a Duque

Toda la campaña electoral de Duque la ejecutó bajo la visión de su gestor y asesorado por JJ Rendón: “siembra odio y cizaña, para obtener una sociedad sumisa y obediente”, sin memoria, ni conciencia colectiva.

Ser líder, lideresa o defensor de derechos implica asumir la representación legítima de una comunidad. Tan solo entre el 1 de junio y el 12 de julio han asesinado 35 líderes sociales. Ya hemos vivido las asonadas locales en varios municipios ante esos sucesos, donde las comunidades insurrectas desaparecieron los vestigios de toda la institucionalidad estatal, desde la policía, alcaldía y entidades bancarias; igual en regiones como en Buenaventura y Chocó. No quisiéramos volver al “Bogotazo” cuando la muerte de Jorge Eliécer Gaitán, que fue el inicio de un levantamiento comunitario nacional.

En varias ciudades durante la jornada electoral impidieron la presencia de Uribe, como en Túquerres, Nariño, donde le gritaron: “asesino, paraco, el pueblo está verraco”.

Son 326 asesinados desde 2016, un número fatídico señalado por la Defensoría del pueblo [1], mientras el Gobierno y la Fiscalía, en cambio de asumir responsabilidades, tratan de minimizar las contundentes cifras del desprecio por la vida.

El 6 de julio, en un centenar de ciudades de Colombia y del mundo (Berlín, Barcelona, Londres, París, Madrid o Buenos Aires), miles y miles de personas se movilizaron en una Velatón por garantías para vivir en Colombia, pidiéndole al gobierno actual y al que viene respeto por la vida de sus líderes, que haya juicio y castigo inmediato para los responsables; al mismo tiempo el presidente electo cenaba en Madrid con José María Aznar, jefe del Partido Popular de la ultraderecha española destituida del poder por corrupta.

Exigencias urgentes

Frenar y parar el exterminio de líderes sociales y opositores al régimen, y exigir investigación y responsabilidad por este genocidio.

La verdad para reconstruir la memoria e identidad, asumir la responsabilidad de los actos y sean restauradas las víctimas.

Cumplimiento de los acuerdos pactados con las FARC, diversos sectores de la sociedad y con la Agenda de conversaciones con el ELN.

Construir la paz desde la sociedad, para que el Estado la asuma en un proceso de cambios.

[1] Según cifras dadas por el defensor Carlos Negret, Durante una visita al municipio de Argelia, Cauca, el pasado 18 de julio de 2018.

Escrito por: Jorgeg Mario Castro

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